Siempre lo he dicho, mi ingreso en el mundo de la
restauración fue a través de una necesidad. La necesidad de encontrar a un
técnico que solucione problemas en electricidad, mecánica y acabados en color y
hasta orfebrería. Pero cuando uno no encuentra quien soluciones las cosas, al
final uno las termina solucionando. Fue así que a través de un hobby basada en
el coleccionismo de antigüedades recorrí innumerables talleres y técnicos y
poco a poco me encontré con el mediocrismos. En Lima le llaman “la criollada”,
el hacerse al vivo, técnicos que ofrecen servicios a medias, o mal hechos, en
donde se desligan de cualquier responsabilidad, incluso se hacen de rogar si
uno los vuelve a necesitar. Definitivamente
su visión sobre la conservación de clientes es deteriorada. Ven al cliente como
alguien que llegó a su taller y cuando se vaya no lo volverán a ver más, no veo
otra explicación. Pero después de
tantos años de tanto buscar y hacer las cosas hoy me encuentro con tal base de conocimientos
que he logrado solucionar una amplia gama de artículos. Artículos que casi
nadie en Lima se atrevería a tocarlos. Y el tiempo por fin me hizo llegar a técnicos, que si los llamo a las 10 de la noche porque tengo un proyecto pendiente, al día
siguiente a primera hora están en la puerta de mi taller. Llegar a esta clase
de profesionales me tomó años. Este recurso humano no abunda en Lima.
Taller en el distrito de San Isidro. Reservas al whatsapp 993904284. Restauración de adornos en porcelana, cerámica, metal. Restauramos obras de arte, juguetes y armas antiguas